Llevo toda la vida imaginando como serías. Desde que iba de damita en las bodas, y yo la miraba fascinada cuando se bajaba del coche y ella me sonreía.
Llevo toda la vida imaginando como serías. Estudiando las revistas donde salías y guardando los recortes en una carpeta que a día de hoy amenaza con desbordarse.
Llevo toda la vida imaginando como serías. Pasando por la calle donde estabas incluso cuando tenía prisa, para detenerme, aunque solo fuera un segundo, delante del escaparate y verte.
Llevo toda la vida imaginando como serías. Coleccionando trocitos de telas y aprendiendo su nombre e historia, para saber un poco más. Memorizando los detalles bonitos para que no se me olvidaran y pudieran formar parte de ese recuerdo tan especial.
Llevo toda la vida imaginando como serías. Soñando despierta o dormida pero siempre contigo.
Llevo toda la vida imaginando como serías. Por eso cuando vi el boceto dibujado te reconocí enseguida. No hicieron falta presentaciones: eras tú.
Llevo toda la vida imaginando como serías. Viendo como los metros de tela se iban convirtiendo centímetro a centímetro en felicidad. Ellas no daban puntada sin hilo ni yo crédito a tanta belleza.
Llevo toda la vida imaginando como serías. Buscándome en el espejo con los ojos empañados de lágrimas de alegría y aun así verlo tan claro.
Llevo toda la vida imaginando como serías. Y de golpe, una mañana eres. ERES. Sí, en presente. Llevo toda la vida y ya no tengo que imaginarte ni un día más. Estas aquí, en mi habitación colgado de una percha.
ESTA HISTORIA CONTINUA LA SEMANA QUE VIENE EN EL BLOG DE MERCEDES BLANCO, FOTÓGRAFA Y AUTORA DE ESTAS MARAVILLOSAS FOTOS QUE ACOMPAÑAN E ILUSTRAN NUESTRA HISTORIA.